5 de noviembre de 2018

Lenta cancelación del Futuro


Lenta cancelación del futuro*


La velocidad de los avances tecnológicos es inconmensurable, la proliferación de artefactos que median y amplifican las comunicaciones ya es un problema cultural. En la presente Sociedad de la Información y el Conocimiento, el cerebro casi no puede resistir en términos orgánicos la capacidad y la velocidad en la que se produce el procesamiento de la información. Los seres humanos con sus artefactos replican información que no han tenido tiempo siquiera de comprender ni de chequear. La capacidad de adaptación está en jaque, nuestro cerebro bombardeado constantemente por informaciones sensoriales no puede realizar la gestión de estos enormes flujos de información. De hecho, tanta información, el caudal y la velocidad, no permiten que se genere conocimiento. Y sin información clara, no hay conocimiento preciso. 

La profecía que aseguraba que las máquinas iban a permitir al hombre más tiempo de ocio no se cumplió. Por el contrario, vivimos una distopía tecnológica en la que todos los días se pierden puestos de trabajos humanos. Los robots comienzan suplantar a las personas en múltiples labores, oficios y profesiones. La inteligencia artificial que se configura como el gran avance tecnológico, hará que la funcionalidad más compleja y única de los seres humanos, como lo es la capacidad de inventar, se pierda. 




También estamos ante un problema medioambiental, la proliferación de los artefactos, sobre todo de los teléfonos móviles es exponencial. Según datos del Mobile Word Congress el número de líneas móviles supera por primera vez a la población mundial. Considerando que los Smartphone contienen alrededor de 40 materiales tóxicos como, el arsénico, zinc, plomo, cadmio o el mercurio. Un teléfono de gama alta libera a la atmósfera 95 kilos de CO2. Aunque el 90% de los materiales de un Smartphone son reutilizables se siguen fabricando nuevos y no se controla la forma en la que éstos se desechan. Cuando los dispositivos acaban en la basura doméstica, como es habitual, estamos ante un problema letal ya que los materiales con los que se fabrican no son biodegradables. Es necesario cambiar urgente el modelo de producción y reutilizar. 




Bajo estas circunstancias, ¿Cuál es el porvenir de la humanidad?. Parecería ser que ninguno, y que hay una lenta cancelación del futuro, vivimos el pasado de un presente ya es posible ver la arqueología de trozos de teléfonos celulares. ¿Cual es la noticia?. Que las viejas tecnologías y los viejos procesos productivos comienzan a ser reivindicados por lo mismo que fueron defenestrados en su momento, tanto por la necesidad de mano de obra y para dominar la naturaleza, pero ahora para que exista la mano de obra y para dominar la furiosa respuesta de la naturaleza. 



Lorena Paz





*La video instalación “Lenta cancelación del futuro” puede visitarse hasta el a hasta el 07/12 en La Galería “704 oficina de arte. Florida 336 7mo.

Las fotos de la de obra del artista Juan Miceli han sido sacadas por Denise Chautemps.